El racismo y las ideologías supremacistas
no tienen cabida en este mundo bajo ninguna justificación. Esto debería ser un mandamiento de las leyes
de la humanidad. Por eso indigna hasta la repulsión las declaraciones y
posturas del llamado “Presidente” de Estados Unidos de apoyo a los movimientos
de supremacistas que provocaron muertes, heridos y caos en las protestas del pasado fin de semana en
Charlotesville, Virginia.
Lo que sorprende sin embargo son las
muestras de sorpresa de los miembros de su partido y otros gremios, quienes
expresaron disgusto y desilusión de su mandatario. Los que eligieron y
apoyaron su candidatura sabían desde su
primera declaración en contra de los inmigrantes mexicanos que el racismo sería
el bastión de su campaña y ahora, de su mandato. ¿De qué se sorprenden,
pregunto? Lo que hace pensar que la
discriminación contra hispanos no se considera “racista”, porque para esta
mayoría, los miembros de este grupo no merecen esta deferencia, no así, los
judíos, quienes en este caso fueron el objeto de ataque por parte de los “neonazis”. Este tipo de “discriminación” es el que ha
recibido la atención y sorpresa de los partidarios de Trump. Los medios
norteamericanos hacen eco a esta protesta y por primera vez se escuchan los
llamados a impugnar y revocar al jefe de gobierno.
No sé qué es lo que me indigna más en
estas muestras hipócritas de la sociedad estadounidense. Si las declaraciones
de Trump; las de sus aliados y detractores; la de las columnas de opinión o las
tribulaciones por las estatuas de confederados que están siendo derribadas.
Mientras tanto, los inmigrantes hispanos siguen siendo perseguidos y deportados
bajo la campaña de erradicación de “criminales , violadores y narcotraficantes”.
El propio procurador Jeff Sessions, quien ha estado a cargo de esta campaña, se rasgó
las vestiduras ante las declaraciones de Trump. Nada que ver con el racismo
contra hispanos, ¿verdad? En ese caso, el racismo no cuenta, los hispanos ni
siquiera ocupan el último escalón de las razas en Estados Unidos. Son los
equivalentes a los
intocables de las castas en la sociedad hindú.
Este fin de semana tiene lugar el eclipse
total de sol en Estados Unidos. Una buena excusa para distraer la atención de
las protestas contra los supremacistas neonazis. El eclipse tendrá la función
de eclipsar el entendimiento de los gringos. las muestras de solidaridad hacia
los afectados por los ataques de Charlotesville se difuminarán como los rayos
del sol bajo la sombra lunar y volveremos a la normalidad de lo que significa
vivir bajo este régimen de horror y de impunidad. Lo que indigna es que las vejaciones, iniquidades y degradaciones
promovidas e incitadas por este mandatario se normalicen y se conviertan en
parte de su proyecto de gobierno. El pueblo poco a poco se va acomodando y
asimilando a vivir en la era de la revocación de los derechos humanos y a la
regresión de los prejuicios fundamentales arraigados en la cultura colonialista
de este país.