Elvira Sánchez-Blake
Esperanza, es la sensación que se respira en el ambiente político. Esperanza es la visión que encarna la candidata nominada por el partido demócrata. Esperanza es la voz que surgió con energía en la convención demócrata de Chicago y que renació en los espíritus de los constituyentes de todo el país.
Las elecciones para presidente de Estados Unidos se reducen a dos opciones: el temor o la esperanza. El candidato republicado encarna el miedo como emblema de un régimen de xenofobia, misoginia y autoritarismo. La candidata demócrata personifica la esperanza de un gobierno de inclusión, respeto y especialmente dignidad.
El contraste entre los dos candidatos es tan abismal que la decisión no debería ser difícil. De un lado, la presencia repulsiva de un hombre acusado y condenado por múltiples delitos, entre ellos abusos sexuales, fraude, insurrección, falsos testimonios, y complot con potencias extranjeras. Además utiliza un discurso disonante cargado de racismo, odio y falsedades. Por el otro, una mujer con credenciales indiscutibles de grandeza e integridad, además de presentar una agenda política clara y contundente.
No obstante, existen muchos factores que complican la decisión. El magnate se ha rodeado de un conglomerado de individuos sometidos al temor que él encarna. Parecieran conjurados por su poder o por la amenaza de quedar excluidos de su círculo. A esto se suma el culto a su personalidad con que lo han ungido sus seguidores. Muchos incautos caen bajo el espectro de las amenazas anunciadas en sus arengas: el comunismo, la invasión de los inmigrantes, la economía y especialmente, la ignominia que representa ser gobernados por una mujer de raza mixta.
Kamala Harris es una abogada de larga trayectoria profesional. En 2010 se convirtió en la primera mujer en alcanzar el puesto de fiscal general de California. Como fiscal se destacó en la persecución de criminales, abusadores y traficantes. En 2016 fue elegida senadora por California. En el congreso fue insigne defensora de los inmigrantes y de los derechos reproductivos de las mujeres y de la población LGTBQ+. En 2020 fue elegida como la primera vicepresidenta, compañera de fórmula del presidente Biden.
Su historial la
convierte en una candidata que inspira confianza, destreza y experiencia suficiente para conducir el país.
Ha demostrado carácter y
conciencia ante los desafíos de la economía, la seguridad, la educación, y
especialmente hacia los derechos civiles y humanos del pueblo. Kamala cree en los proyectos para combatir el cambio climático y preservar el ambiente; la
defensa de los derechos reproductivos de las mujeres y los derechos civiles de
las minorías. Es decir, está lista para afrontar los retos del mundo actual.
Los discursos de los asistentes a la Convención Nacional Demócrata de Chicago han sido muy positivos para acentuar el carácter de Kamala y lo que ella representa frente a su contendor. El segundo día de la convención, Barack y Michelle Obama encendieron los ánimos de los concurrentes con alocuciones electrizantes y plenas de confianza en la esperanza que simboliza Kamala.
La presentación de Barack Obama fue emblemática al referirse a las credenciales y fortalezas de Harris, que comparó con las suyas propias. El momento cumbre fue cuando la designó como una prolongación de su legado.
Michelle Obama comenzó su ponencia con una frase muy sugerente: “Algo mágico está pasando. ¿Lo notan? No solo en esta arena, sino también en todo el país. Es la fuerza contagiosa de la Esperanza”. Esta introducción generó un clamor general de parte de la audiencia y emanó una propulsión de energía sobre la multitud que la aclamaba con furor.
Michelle respaldó la nominación de Kamala al afirmar: “Ella es una de las personas más calificadas que jamás haya aspirado a la presidencia”, al referirse a su historial como abogada, fiscal, senadora y vicepresidenta de la actual administración. Además, hizo énfasis en lo que representa que alguien como Obama y Kamala Harris puedan aspirar a la investidura presidencial: “Kamala es la encarnación de las historias que nos contamos a nosotros mismos sobre este país”.
Al finalizar, recordó la importancia del voto de los ciudadanos en estas elecciones: “Ustedes saben lo que tienen que hacer: nuestra esperanza está en nuestras manos”.
Las palabras de Michelle Obama resuenan y seguirán resonando durante los dos meses que restan para alcanzar la anhelada esperanza. Y es que la elección es obvia. Es Kamala Harris y lo que ella simboliza en términos de integridad, compromiso y dignidad. Nosotros como votantes tenemos la responsabilidad de realizar esta esperanza, porque la alternativa es impensable.