domingo, 6 de octubre de 2024

A los indecisos les digo

 Por Elvira Sánchez-Blake


Si usted pertenece al conglomerado de hispanos con la capacidad de votar el próximo 5 de noviembre en las elecciones de Estados Unidos, tenga en cuenta que su voto será quizás el más importante de su vida, dada la coyuntura en que se encuentra el país. Quizás haya algunos indecisos o con dudas sobre el voto. Por eso me atrevo a poner los siguientes puntos en su consideración.

La decisión es simple: puede votar por el tiquete del partido demócrata para asegurar un nivel de decencia y de continuidad de la democracia; o puede elegir votar por su oponente y garantizar que su vida dará un vuelco para mal.

Es indiscutible que punto de contención más importante en las elecciones presidenciales del 2024 ha sido el tema migratorio. El candidato republicano lo ha usado de forma agresiva para demonizar a los inmigrantes hasta el colmo de deshumanizarlos y despojarlos de todos sus derechos. Cuando se habla de inmigrantes se habla de los HISPANOS principalmente, considerados por un gran sector, “no aptos” para gozar de la ciudadanía americana. No importa la diversidad de procedencias, aquí los hispanos somos un conglomerado homogéneo, que incluye a los que venimos de México, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Panamá, Colombia, Ecuador, Venezuela, Bolivia, Perú, Chile, Uruguay,  Paraguay y Argentina,  incluso a los cubanos, dominicanos y a los puertorriqueños, aunque estos sean ciudadanos estadounidenses por autonomasia.

La principal promesa del candidato republicano es que su primer mandato será deportar a 25 millones de inmigrantes. Esta promesa incluye el uso de la fuerza pública, el Ejército y la Policía, para ir de casa en casa a detener a los supuestos indocumentados que viven en EEUU.  Parte de la promesa electoral incluye la creación de centros de detención,  donde aplicará la fuerza de la ley contra los detenidos con métodos de intimidación y de cohesión.  Si recuerdan lo que alcanzó a hacer como presidente durante su mandato con la separación de familias y los centros donde permanecieron niños y bebés separados de sus padres, ¿se imaginan los que nos espera en un próximo mandato donde tendrá vía libre para ejecutar todas sus maldades gracias a la inmunidad otorgada por la Corte Suprema de Justicia?

<<¡Ah, pero es que eso no me aplica a mí!>>, dirá el concienzudo lector que posee sus papeles en orden y cuya preocupación mayor es el costo de la leche y las tazas de inflación. Permítame decirle que , lo incluye a usted, y a su familia y a todos aquellos que tienen un perfil latino, de tez mestiza, apellidos como Sánchez, Rodríguez, López, no importa si su inglés es perfecto, con acento o si no lo habla con fluidez.  Si no está convencido/a, le ruego se tome el trabajo de leer el proyecto2025 en toda su extensión y entienda que lo que nos espera no es un jardín de rosas. O si no, dígame, qué importa que baje el costo de la leche y de la gasolina, si usted o sus familiares y conocidos van a estar recluidos en “centros de detención”, privados de todos los derechos y en quién sabe qué condiciones.  Aun si no son detenidos o deportados, sufrirán las arbitrariedades y desacatos de los que aplican el señalamiento con carta blanca para aplicar su racismo exacerbado por la retórica xenófoba de su líder.

A los que sufren de falta de memoria, les recuerdo que hace solo cuatro años ya vivimos la pesadilla del caos, inestabilidad, mentiras y escándalos permanentes de una administración llena de corrupción, interferencias de otros gobiernos autocráticos, miedo permanente a un descalabro o un desatino, cuando el ahora candidato nos mostró de lo que es capaz, y sobre todo incapaz. Capaz de montar una insurrección por parte de una horda de supremacistas manipulados por su retórica de odio y agresión; incapaz de gobernar y de cumplir con la constitución y las leyes.

El candidato republicano ha acendrado sus proclamas antiinmigrantes en los últimos días de campaña. Ya no tiene ningún freno en hablar de la invasión de inmigrantes y de acusarlos de todo tipo de crímenes inexistentes. Además de tildarlos de "predadores, salvajes y violadores descarnados", los deshumaniza con rumores de alimentarse de perros y gatos.  El magnate utiliza un lenguaje incendiario con imágenes escabrosas dirigidas a azuzar el racismo de sus seguidores para crear un imaginario de un enemigo interno que amenaza la “pureza” de sangre y la “grandeza” de cultura norteamericana.

Por eso, hago un llamado a la cordura a aquellos hispanos que desean vivir en un país con oportunidades, y de cumplir el sueño de crecer, desarrollarse y lograr una estabilidad económica.  La opción en estas elecciones es solo una: votar por la candidata que ofrece integridad, honestidad, adhesión a la constitución y a las leyes, defensa de la democracia, y especialmente, un poco de decencia.  

Fuentes

Project 2025: https://static.project2025.org/2025_MandateForLeadership_FULL.pdf

Oliphant, James, "Trump's already harsh rhetoric on migrants is turning darker as Election Day nears" https://apple.news/AVFXypUUIQcuCdALlVG13BQ

NYT editorial. "Kamala Harris es la única opción patriótica para la presidencia". https://www.nytimes.com/es/2024/09/30/espanol/opinion/kamala-harris-donald-trump-elecciones.html

 

 


 

 

 

 

 

miércoles, 21 de agosto de 2024

Kamala es la esperanza

 

 Elvira Sánchez-Blake


Esperanza,  es la sensación que se respira en el ambiente político. Esperanza es la visión que encarna la candidata nominada por el partido demócrata. Esperanza es la voz que surgió con energía en la convención demócrata de Chicago y que renació en los espíritus de los constituyentes de todo el país.

Las elecciones para presidente de Estados Unidos se reducen a dos opciones: el temor o la esperanza. El candidato republicado encarna  el miedo como emblema de un régimen de xenofobia, misoginia  y autoritarismo. La candidata demócrata personifica la esperanza de un gobierno de inclusión, respeto y especialmente dignidad.

El contraste entre los dos candidatos es tan abismal que la decisión no debería ser difícil. De un lado, la presencia repulsiva de un hombre acusado y condenado por múltiples delitos, entre ellos abusos sexuales, fraude, insurrección, falsos testimonios,  y complot con potencias extranjeras. Además utiliza  un discurso disonante cargado de racismo, odio y falsedades. Por el otro, una mujer con credenciales indiscutibles de grandeza e integridad, además de presentar una agenda política clara y contundente.

No obstante, existen muchos factores que complican la decisión.  El magnate se ha rodeado de un conglomerado de individuos sometidos al temor que él encarna. Parecieran conjurados por su poder o por la amenaza de quedar excluidos de su círculo.  A esto se suma el culto a su personalidad con que lo han ungido sus seguidores. Muchos incautos caen bajo el espectro de las amenazas anunciadas en sus arengas: el comunismo, la invasión de los inmigrantes, la economía y especialmente, la ignominia que representa ser gobernados por una mujer de raza mixta.

Kamala Harris es una abogada de larga trayectoria profesional. En 2010 se convirtió en  la primera mujer en alcanzar el puesto de fiscal general de California.  Como fiscal se destacó en la persecución de criminales, abusadores y traficantes. En 2016 fue elegida senadora por California. En el congreso fue insigne defensora de los  inmigrantes y de los derechos reproductivos de las mujeres y de la población LGTBQ+. En 2020 fue elegida como la primera vicepresidenta, compañera de fórmula del presidente Biden.

Su historial la convierte en una candidata que inspira confianza,  destreza  y experiencia suficiente para conducir el país.  Ha demostrado carácter y conciencia ante los desafíos de la economía, la seguridad, la educación, y especialmente hacia los derechos civiles y humanos del pueblo.  Kamala cree en los proyectos para combatir el cambio climático y preservar el ambiente; la defensa de los derechos reproductivos de las mujeres y los derechos civiles de las minorías. Es decir, está lista para afrontar los retos del mundo actual.

Los discursos de los asistentes a la Convención Nacional Demócrata de Chicago han sido  muy positivos para acentuar el carácter de Kamala y lo que ella representa frente a su contendor.  El segundo día de la convención, Barack y Michelle Obama encendieron los ánimos de los concurrentes con alocuciones electrizantes y plenas de confianza en la esperanza que simboliza Kamala.

La presentación de Barack Obama fue emblemática al referirse a las credenciales y fortalezas de Harris, que comparó con las suyas propias. El momento cumbre fue cuando  la designó como una prolongación de su legado.

Michelle Obama comenzó su ponencia con una frase muy sugerente: “Algo mágico está pasando. ¿Lo notan? No solo en esta arena, sino también  en todo el país. Es la fuerza contagiosa de la Esperanza”.  Esta introducción generó un clamor general de parte de la audiencia y emanó una propulsión de energía sobre la multitud que la aclamaba con furor.

Michelle respaldó la nominación de Kamala al afirmar: “Ella es una de las personas más calificadas que jamás haya aspirado a la presidencia”, al referirse a su historial como abogada, fiscal, senadora y vicepresidenta de la actual administración. Además, hizo énfasis en lo que representa que alguien como Obama y Kamala Harris puedan aspirar a la investidura presidencial: “Kamala es la encarnación de las historias que nos contamos a nosotros mismos sobre este país”.

Al finalizar, recordó la importancia del voto de los ciudadanos en estas elecciones: “Ustedes saben lo que tienen que hacer: nuestra esperanza está en nuestras manos”.

Las palabras de Michelle Obama resuenan y seguirán resonando durante los dos meses que restan para alcanzar la anhelada esperanza. Y es que la elección es obvia. Es Kamala Harris y lo que ella simboliza en términos de  integridad, compromiso y dignidad.  Nosotros como votantes tenemos la responsabilidad de realizar esta esperanza, porque la alternativa es impensable.

 

 

  

 

 

martes, 16 de julio de 2024

La amenaza del Proyecto 2025

Por Elvira Sánchez-Blake

 

La amenaza del Proyecto 2025

Estados Unidos se encuentra en la coyuntura más peligrosa de su historia: el experimento democrático de la nación americana como modelo y potencia mundial está a punto de ser desmantelado por un sistema fascista nacionalista de supremacismo blanco, listo para ser implementado en el 2025.

Los eventos ocurridos en el mes de julio están pavimentando el camino para el triunfo republicano y la implementación del Proyecto 2025. El 1o de julio, la Corte Suprema de Justicia otorgó poderes supremos a la figura del presidente con su decisión de inmunidad total en sus decisiones oficiales. Esta facultad convierte al mandatario en un soberano con poder autocrático semejante al de un régimen monárquico.  A esto se suman las decisiones de prorrogar y anular los casos judiciales pendientes del expresidente. El 15 de julio una juez de Florida aprobó desestimar el caso de documentos clasificados encontrados en Mar-a-Lago. Como resultado el caso se pospone indefinidamente. El mismo día se confirmó el  nombramiento del mangante como el candidato republicano en la convención del partido. De inmediato se dio a conocer la elección de su fórmula vicepresidencial a un personaje que se adhiere a sus postulados racistas, xenófobos y supremacistas. El atentado de asesinato contra el candidato el 13 de julio ayuda a reforzar esta serie de eventos como un milagro caído del cielo para acentuar la imagen de poder, invulnerabilidad y además, le otorga la condición de "mártir", que dispara su popularidad.

Pareciera que la serie de eventos formaran parte de un plan calculado y cuidadosamente previsto para quitar los obstáculos del camino y asegurar el triunfo del candidato. ¿Es que nadie recuerda que este es mismo personaje acusado de más de cien cargos y que ya ha sido condenado en cortes federales por sus delitos? Un velo nubla la mente de los republicanos que convirtieron en héroe a su postulante y a los demócratas que se enredan en debates ociosos, mientras el avance del triunfo republicano se desarrolla impune ante nuestros ojos.

Es muy importante recordar la amenaza del Proyecto 2025, que se aplicará apenas se posesione el presidente republicano en enero del 2025. Sus premisas incluyen el despido de miles de funcionarios públicos para ser reemplazados por servidores públicos reclutados y entrenados para cumplir la agenda conservadora. Contempla el desmantelamiento del Departamento de Educación y otras agencias federales. Además, ejecutará una ofensiva en contra los 11 millones de inmigrantes indocumentados con un plan que anula sus derechos y crea centros de detenciones en la frontera.  Plantea además la posibilidad de ejercer violencia política en caso de oposición al proyecto. “Estamos en el proceso de la segunda revolución estadounidense, que seguirá siendo incruenta si la izquierda lo permite”, ha dicho el presidente del Heritage Foundation, Kevin Roberts, líder del proyecto.

Recordemos qué es el Proyecto 2025

El proyecto 2025 es un plan que han venido desarrollando los movimientos conservadores encabezados por  el Heritage Foundation y que contempla una serie de medidas previstas para ejecutarse durante el mandato del próximo presidente republicano.

El documento principal del Proyecto 2025 expone lo que es esencialmente una visión nacionalista cristiana de los Estados Unidos. La propuesta se fundamenta en cuatro premisas fundamentales: La familia como centro de la sociedad, lo que excluye cualquier forma alternativa de identidades de género y la anulación de todos los derechos reproductivos de las mujeres.  Contempla el desmantelamiento  del sistema administrativo de gobierno actual con eliminación de agencias federales y la imposición de funcionarios “leales” a la agenda conservadora. Propone la defensa de la soberanía de las fronteras contra amenazas globales, con lo cual da carta abierta para lanzar una campaña de persecución despiadada contra los inmigrantes.

Por último, establece “el aseguramiento de las libertades individuales de la población”. Esta medida se refiere exclusivamente a las libertades de la población blanca, prohibiendo cualquier tipo de discurso que los haga sentir incómodos. Se adopta el modelo de Florida, donde se han retirado del curriculum los cursos de la historia de la población afroamericana y se niega la existencia de la esclavitud. Se eliminan las cláusulas de Igualdad, Diversidad e Inclusión, y se limita la educación a un solo tipo de narrativa  alineada con el formato cristiano nacionalista. Además, se censuran libros y materiales educativos en las aulas escolares con el fin de formar individuos que se ajusten a un único paradigma aceptado por el movimiento 2025.

El proyecto ha seguido una estrategia calculada bajo la premisa de no revivir “el caos” que se vivió durante el primer periodo del expresidente republicano. Los conservadores están dispuestos a implementar el plan en los primeros 180 días de mandato y de ejecutarlo contra viento y marea sin importar las consecuencias.

Los capítulos del Proyecto 2025 y el “Manual de 180 Días” fueron escritos por más de 400 académicos y expertos en políticas del movimiento conservador de todo el país. El plan ya está siendo aplicado en varios estados y se están aprobando las provisiones legales y judiciales para consolidar un mandato autoritario. El programa de entrenamiento de funcionarios públicos que se adhieran a las premisas del plan ya se encuentra en desarrollo.

Lo más alarmante del caso es que no parece que exista un plan de contra ataque de parte de los demócratas. Al tiempo que los republicanos se alistan con una previsión estratégica calculada y con acciones precisas que pavimentan el camino hacia lograr la ansiada meta de convertir el proyecto democrático de la Unión Americana en un paraíso fascista.

 


jueves, 4 de julio de 2024

Nada que celebrar este 4 de julio

 Por Elvira Sánchez-Blake                 

                               

                  A president should not be ‘a King above the law’

 Sonia Sotomayor

 

Este cuatro de julio no hay nada que celebrar. El proyecto democrático de la Unión Americana que se fundó sobre las bases de un gobierno del pueblo para el pueblo sobre los pilares de libertad y derechos ciudadanos está punto de sucumbir.  La decisión de la Corte Suprema de Justicia del 1o de julio, de otorgar poderes supremos al presidente e inmunidad a sus decisiones oficiales, representa un retorno a los sistemas autocráticos, monárquicos y religiosos de los que vinieron huyendo los colonos ingleses.  Como lo expresó la juez Sonia Sotomayor en su proclama de disentimiento: “Un presidente no debería ser un ‘rey por encima de la ley”.

La gente celebra el 4 de julio con banderas y símbolos patrióticos. Se reúnen en torno a los tradicionales asados, cantan y beben y se regocijan ante los fuegos pirotécnicos con el feliz saludo: “Happy 4th of July”. No se dan cuenta de que no hay nada que celebrar. Por el contrario, nos encontramos ante una coyuntura muy peligrosa: el experimento democrático de la nación americana como modelo mundial está ad portas de ser eliminado por un sistema nacionalista de supremacismo blanco que se ha construido con cálculo y método listo para ser ejecutado en el 2025.

El proyecto 2025 constituye "una guía pormenorizada para convertir a los Estados Unidos en un paraíso  fascista". Es un plan desarrollado por los movimientos conservadores encabezados por  el Heritage Foundation y que contempla una serie de medidas listas para ser ejecutadas apenas asuma el mando el próximo presidente republicano en enero del 2025. De hecho, el proyecto ya se viene implementando en varios estados, como el caso de Florida y Texas, donde los gobernadores han comenzado su tarea de desmantelar las instituciones y mandatos democráticos con políticas que ellos llaman “anti woke” y que contemplan anular derechos y restringir las libertades de los ciudadanos.

La propuesta del 2025 se fundamenta en cuatro premisas fundamentales: La familia como centro de la sociedad; desmantelamiento del sistema administrativo de gobierno actual; defensa de la soberanía de las fronteras contra amenazas globales, y aseguramiento de las libertades individuales otorgadas por Dios.

El primer ítem, la familia como centro único de la sociedad, supone que la heterosexualidad matrimonial es la única forma válida de expresión e identidad sexual. Los derechos reproductivos quedan anulados. Todos los embarazos serían llevados a término, incluso si eso requiere coerción o muerte; y las personas no conformes con el género heteronormativo no existen".

El segundo principio declara el desmantelamiento del estado administrativo y retorno al auto gobierno por parte de la gente. Esta medida significa “purgar la fuerza laboral federal de decenas de miles de trabajadores en favor de contratar a aquellos que se adhieran a los principios conservadores establecidos por el Proyecto 2025".

La tercera premisa contempla: “defender la soberanía, las fronteras y la riqueza de nuestra nación contra amenazas globales”. Esta medida es en extremo preocupante.  Autoriza en esencia, recurrir a cualquier método para impedir el acceso de inmigrantes utilizando la fuerza y la violencia que sean necesarias, y llevar a cabo un proceso de detención y deportación de todos aquellos que el sistema sospeche de ser indocumentados. ¡Atención amigos hispanos! Esto no incluye solo a los inmigrantes sin documentación, esto nos atañe a ti y a mí, los que lucimos hispanos, hablamos con acento y no conformamos el perfil del americano blanco nacionalista. La bandera anti-inmigrante constituye la principal estrategia de la campaña del candidato republicano, y cuenta con la mayor adherencia y popularidad entre sus partidarios.

La cuarta medida reza así: “asegurar nuestros derechos individuales dados por Dios para vivir libremente—lo que nuestra Constitución llama "las Bendiciones de la Libertad."

Esto suena muy bonito, pero ¿qué dice en realidad? Se refiere a las libertades de la población blanca y excluye por completo a las minorías no blancas, no heteronormativas, o no perteneciente a la religión cristiano nacionalista, y a cualquier creencia, narrativa o discurso distinto del que proclaman los conservadores del 2025. El modelo a seguir es el de Florida, donde se han eliminado los cursos de  historia de la población negra y se niega la esclavitud; se eliminan las provisiones de Igualdad. Diversidad e Inclusión y se limita la educación a un solo tipo de discurso ceñido al formato nacionalista. Además, se censuran libros y materiales educativos de las aulas escolares con el fin de formar individuos con un solo paradigma aceptado por el movimiento 2025.

Lo tenebroso de este plan es que ha sido concebido, elaborado y planeado con detalle y método científico. Los capítulos del Proyecto 2025 y el “Manual de 180 Días” fueron escritos por “más de 400 académicos y expertos en políticas del movimiento conservador de todo el país. Esto supone que a ellos no les importa lo que haga y diga el candidato republicano con sus cientos de procesos judiciales ni su discurso incoherente lleno de falsedades. Lo único que tiene sentido para ellos es que el títere se adhiera a sus enunciados y sirva a sus propósitos. ¿Quién mejor que este payaso que atrae multitudes con su discurso fascista, racista y neonazi, pero que revela unas capacidades muy limitadas, para cumplir su función de marioneta?

Las decisiones recientes de la Corte Suprema de Justicia son parte de la estrategia del Proyecto 2025.  El plan de reclutamiento y entrenamiento de funcionarios públicos que se adhieran a las premisas del plan ya se encuentra en desarrollo. Las medidas para implementar un plan antiinmigrantes están en proceso y se están dando las pautas para crear centros de detenciones en varios estados de la frontera. Ni que hablar de las decisiones contra los derechos reproductivos que se han aprobado en muchos estados. 

Es muy importante que la gente se entere del proyecto 2025. Sus premisas incluyen el desmantelamiento de los derechos que damos por sentado como la libertad de cultos, el derecho a la seguridad social, los derechos de las mujeres y de las minorías, así como la libertad de expresión. Es decir, el sistema que ha prevalecido estos últimos 250 años en EEUU de América será reemplazado por un gobierno autocrático que le da carta blanca a un mandatario en calidad de rey y a sus afiles en cargos de poder.

Lo más alarmante del caso es que no parece que exista ninguna estrategia de contra ataque de parte de los demócratas y tampoco se define una agenda de gobierno clara para el próximo gobierno.

Mientras tanto, la gente celebra el 4 de julio con asados y festones de banderas con estrellas y listones azules y blancos. Los juegos pirotécnicos deberían anticipar los fuegos no tan artificiales que se encenderán muy pronto en contra de nuestros derechos fundamentales. Este 4 de julio no hay nada que celebrar.




martes, 11 de junio de 2024

Histórica condena a Chiquita Brands por financiar Paramilitares

                         Chiquita Brands tiene como principal mercado Estados Unidos, pero es una marca mundialmente reconocida por exportación del producto. 

Una Corte del Distrito Sur de Florida condenó a la Multinacional Chiquita Brands por financiar a las Autodefensas Unidas de Colombia por un periodo de trece años. El fallo reconoce la influencia de la financiación en los crímenes cometidos por los paramilitares y le otorga una compensación a las víctimas por 38.5 millones de dólares.

Este es un fallo de históricas dimensiones.  Es la primera vez que una sentencia de esta naturaleza condena a una corporación multinacional por apoyar a los grupos paramilitares de aliarse y apoyar la guerra que se libró en Colombia  a finales del siglo veinte y comienzos del dos mil. El jurado logró comprobar que los dineros que Chiquita Brands giró a los paramilitares fueron utilizados para cometer crímenes de guerra como homicidios, secuestros, extorsiones, torturas y desapariciones forzadas.  El monto de la financiación otorgado por la bananera al grupo criminal asciende a los 1.7 millones de dólares.

Uno de los elementos que revela el fallo es que la empresa contó con el aval de los gobernantes de turno para apoyar a las autodefensas. En este caso, los gobernantes que también quedarían implicados son Ernesto Samper, Andrés Pastrana y Álvaro Uribe Vélez.

La decisión de la Corte de Florida fue el resultado de un largo proceso que se inició tras la acusación de nueve víctimas de los hechos vinculados con los crímenes de los paramilitares. Los administradores de Chiquita aceptaron haber realizado estos pagos por el periodo de trece años en total. Varios de los paramilitares involucrados en los casos también declararon y admitieron haber recibido los pagos por parte de la bananera para sus acciones ilícitas. Los testimonios de Salvatore Mancuso y de alias Monoleche y Pedro Bonito revelaron que los directivos de la AUC comandados por Carlos Castaño se reunían periódicamente con los ejecutivos de la empresa para discutir cuestiones financieras y de seguridad.

El fallo de este tribunal es un hecho sin precedentes. Como señalaron los demandantes para El País: “Es la primera vez que en Estados Unidos que un jurado responsabiliza a una gran corporación americana por su complicidad en abusos contra los derechos humanos en otro país, marcando un hito en la justicia”.  

El caso en sí mismo no es nuevo. Se sabe que las corporaciones  que controlaron el mercado del banano durante el siglo veinte fueron partícipes de muchos casos de explotación, discriminación y asociación con gobiernos corruptos para conducir su negocio. De ahí el apelativo de “Banana Republicas” a los países centroamericanos que le jugaron el juego a los dueños del negocio en Estados Unidos. Sin embargo, otorgar un fallo condenatorio para castigar la connivencia de los empresarios bananeros con un grupo criminal de la talla de la AUC para cometer los crímenes atroces y despiadados es un acontecimiento histórico.

 Los directivos de Chiquita intentaron alegar que los pagos se hicieron bajo presiones y extorsiones por parte de los grupos paramilitares. Sin embargo, el jurado determinó que la empresa fue incapaz de probar que el apoyo a la AUC fuera el resultado de un daño a la empresa o a sus empleados. Los demandantes mostraron evidencia de que en 2003 la empresa logró la operación más rentable de Chiquita Brands a nivel internacional. Esto no era posible bajo una situación de extorsión o amenaza.

Estados Unidos tenía conocimiento de los pagos que efectuó la multinacional a los grupos irregulares desde el año 2003. En 2007, Banadex (la subsidiaria de Chiquita en Colombia) admitió haber realizado pagos a los paramilitares y el caso culminó con una sanción de 25 millones de dólares. Sin  embargo este monto no se destinó a las víctimas y la empresa continuó trabajando bajo el mismo esquema.  El grupo de víctimas de los crímenes efectuados por los paramilitares inició una demanda el pasado 30 de abril en la que acusaban a Chiquita de pagar a las Autodefensas para “mantener el control de su rentable operación en las principales regiones bananeras de Colombia”.

El Informe de la Comisión de la Verdad fue decisivo en la resolución del caso. En la sección dedicada a los paramilitares, el informe  reveló varios testimonios que documentaron el rol de la multinacional en apoyar a las Autodefensas en su proyecto criminal.  Incluso se dio a conocer que cuando la empresa Chiquita Brands pactó con la AUC, asumió las implicaciones, entre las que se sabía que ellos escondían droga en los contenedores que cargaban el banano.

La relación de los paramilitares con la empresa bananera es de público conocimiento y sobre este tema existe amplia documentación de los medios y de investigaciones académicas.  Lo novedoso del caso es que el fallo de culpabilidad de Chiquita ocurra en una corte de Florida en Estados Unidos, y que se reconozca el rol que jugó la multinacional en apoyar a un grupo criminal durante la época de terror impuesta por los paramilitares y que costó tantas vidas, masacres y desapariciones. Es también evidente que los gobiernos de turno fueron cómplices y auspiciadores de esta alianza y de los crímenes cometidos, ya sea por acción y omisión. Todo esto solo evidencia una vez más la connivencia entre el Estado, los empresarios y los grupos paramilitares en uno de los capítulos más oscuros de la historia del país. El argumento de que ellos obraron para defenderse y contrarrestar la amenaza de la guerrilla ya no convence a nadie.

El fallo del tribunal de Florida reconoce los reclamos de las víctimas y ha ordenado una sanción económica de 38.5 millones destinada a ocho de los nueve demandantes. Esta decisión judicial es la primera de las 7000 demandas contra Chiquita Brands respecto a la alianza con  los paramilitares en la región de Urabá y del Magdalena Medio que llega  a una resolución positiva y justa. Se espera que el fallo abra un nuevo capítulo de verdad y de reparación a más de 3000 víctimas que buscan reparación por la muerte de sus familiares a manos de la AUC en la región de Urabá.

Fuentes:

El Espectador: https://www.elespectador.com/judicial/colombianos-le-ganan-juicio-a-bananera-chiquita-brands-y-seran-indemnizados/

El País: https://elpais.com/america-colombia/2024-06-10/un-juez-de-florida-condena-a-chiquita-brands-a-indemnizar-a-ocho-victimas-de-los-paramilitares.html

Verdad Abierta: https://verdadabierta.com/victimas-llevan-a-chiquita-brands-a-juicio-en-estados-unidos/

 

 

 

viernes, 17 de mayo de 2024

De protestas y revueltas: Jalisco pierde en Cali

 Por Elvira Sánchez-Blake

En esta época de protestas, manifestaciones y revueltas permanentes por parte de todas las facciones políticas, me interesa destacar el libro de Gabriela Castellanos sobre una revuleta monumental que ocurrió en Cali en 1974 y que tuvo un impacto decisivo en la historia de la ciudad. 

El 26 de febrero de 1971 fue asesinado Edgar Mejía Vargas, alias Jalisco, en medio de la revuelta universitaria que dejó numerosos heridos y muertos en la ciudad de Cali.  En La novela Jalisco pierde en Cali, Gabriela Castellanos recrea las circunstancias de este hecho en una cartografía narrativa que permite comprender el mosaico espacial y temporal del relato dentro de la historia de forma magistral.

La novela comprende una polifonía de voces que emergen desde un eje central: la muerte de Jalisco, y se desplaza como en círculos concéntricos a las historias de varios personajes; a los hechos que precedieron la protesta; a los aspectos sociales y políticos y religiosos de la época, y a la proyección hacia el futuro. También se advierte en una especie de recurso especular el paralelo entre la protesta de 1971 con el estallido social ocurrido en 2021.

La cartografía que traza la novela parte de varios núcleos a nivel espacial y temporal. La plaza de Cayzedo es el epicentro espacial que opera como la quinta esencia de la ciudad de Cali. Es allí  donde se unen las tradiciones y los valores: La estatua de Cayzedo, símbolo y testigo de todos los cambios de Cali por cuatro siglos.   Desde este locus la narración se extiende por rutas y espacios hacia el norte, sur, oriente y occidente como un mapa que refleja la ciudad en las zonas de clase alta, media, baja y periférica. Las marchas que recorren las calles a lo largo y ancho de la urbe son metáfora del monstruo dormido que despierta y se desplaza por el espacio público como amenaza y testimonio de una colectividad que reclama por siglos de marginación.

El epicentro temporal es la hora del toque de queda. Las dos de la tarde se sitúa metafóricamente como la hora de mayor calor, desde donde irradia la conflagración entre todos los estamentos que circulan a lo largo de la narración.  De ese centro candente surgen luces y sombras:  el estallido de las bombas, los carros quemados, la luz centelleante que explota en la cabeza de Jalisco en el momento del disparo, los detenidos en el estadio sometidos la radiación solar de la tarde, y hasta el recuerdo de la explosión de tanques de gas ocurrida en 1956 como una mancha oscura de la historia de Cali.

El torrente de voces que se unen y confunden a lo largo del relato nos presentan un retrato policromático de la sociedad vallecaucana.  El círculo narrativo se va extendiendo a través de un flujo de voces intercaladas de los personajes que giran en sus respectivos vértices. Así conocemos los contrastes sociales entre Tina, la mujer de clase alta indignada porque la revuelta le impide celebrar la fiesta programada esa noche, y  Sofía, una madre humilde que recorre la ciudad desesperada en busca de su hijo, detenido por la policía. La religión de las altas esferas tradicionales se confronta con las nuevas manifestaciones de la teología de la liberación en las voces del padre Javier y de las monjas que trabajan con grupos de base en barrios marginados. Los estamentos militares y policiales se reflejan en la voz del soldado que dispara contra Jalisco, un pobre joven reclutado del ejército que no sabe cómo ni porqué ejecutó el disparo, y el capitán Morales, quien se jacta de aplicar métodos de tortura aprendidos en la famosa Escuela de las Américas. El mosaico social incluye  al político y al empresario exitoso que se muestran fastidiados por la alteración de su rutina por las protestas y el toque de queda. En el centro se hallan las voces de los que tal vez podrían llamase protagonistas: Marcos y Catalina, dos jóvenes situados en lados opuestos de la escala social que deben superar múltiples obstáculos para hacer efectiva su relación de amor.

Jalisco pierde en Cali es una novela atrevida. Retrata y denuncia los contrastes de una ciudad como Cali, que es a la vez reflejo de otras urbes latinoamericanas donde conviven la riqueza y la pobreza; la soberbia de una clase dominante y estratos populares resentidos por falta de oportunidades. Sorprende por tanto que un hecho ocurrido hace cincuenta años refleje casi sin alteraciones el estallido social del 2021. Las causas son de igual naturaleza: los manifestantes reclaman las mismas injusticias; los muertos y heridos son similares: (los jóvenes hippies de los setenta y los de la primera línea de los dos mil veintiuno). Las consecuencias son equiparables. La novela revela que las posibilidades de un cambio a nivel de sociedad son inalcanzables mientras existan las injusticias sociales.

La estrategia narrativa de Gabriela Castellanos es admirable. La polifonía de voces alternadas en los capítulos opera como el coro griego que replica el fragor de la tragedia desde diversas perspectivas. La historia de desplaza desde un pasado remoto (hasta referencias prehistóricas) hacia el futuro incierto de la desmemoria. Los flujos y reflujos masivos que se mueven a través de la narración replican la fuerza colectiva del movimiento estudiantil. Esto se advierte en el siguiente apartado: “Hay una enorme fuerza, una monumental energía de esa turba, ese tropel de gente, a la vez que demasiado odio, demasiado gozo en la ira; hay una intensidad inmensa” (114).

La autora del prólogo, Carmiña Navia, destaca que uno de los grandes aciertos de la novela es la policromía social que corresponde a una muy bien lograda polifonía. “Cali es la sede y el cruce de varios discursos que se configuran cada uno en su lógica y en su matriz, dando cuenta de una urbe en la que las voces, ideologías y puntos de vista se entrecruzan, albergan y se contraponen” (13). Y yo añadiría que Castellanos logra de forma admirable reproducir tanto el discurso del delincuente, con el de la clase alta, el de los revolucionarios y el castrense  con el de los religiosos progresistas. De este modo, como dice Navia, “distintos grupos sociales dejan oír su voz dibujando un tapiz de múltiples matices” (13).

Gabriela Castellanos es escritora y académica, nacida en Cuba y educada en Estados Unidos. Ha vivido en Cali por 55  años, donde ha sido catedrática de la Universidad del Valle, cofundadora del programa del Centro de Investigaciones y Estudios de Género y del doctorado de la facultad de Humanidades. Es autora de numerosos libros académicos, poemarios, ensayos y textos literarios. Con la novela Jalisco pierde en Cali, Castellanos demuestra el profundo conocimiento del Valle del Cauca y rinde homenaje a la ciudad de Cali con todos sus contrastes y gamas de luces y sombras.

jueves, 29 de febrero de 2024

El retorno de Mancuso

 Por Elvira Sánchez-Blake

                                   El exparamilitar Salvatore Mancuso a su llegada a Bogotá (Foto AP).

El regreso del excomandante paramilitar Salvatore Mancuso a Colombia plantea un desafío inquietante en este momento histórico. ¿Será posible aprovechar su aporte para descubrir los horrores del conflicto armado que siguen encubiertos y llevar a la justicia a los que dieron la orden?

Ya se sabe que las declaraciones de Mancuso son muy peligrosas para muchos estamentos que siguen involucrados en las altas esferas de la política, de la clase empresarial y de las fuerzas militares. Las revelaciones del excomandante ante la Jurisdicción Especial Para la Paz en mayo del 2023 señalaron a varias personalidades y develaron perversas  maquinaciones tras las bambalinas del poder. Con su retorno al país, tras cumplir 15 años de condena en EE UU por narcotráfico, se espera que sus testimonios ante los tribunales de Justicia transicional, tanto de la JEP, como de Justicia y Paz  sustenten sus señalamientos para esclarecer muchas verdades y para llevar a la justicia a los grandes perpetradores que aún siguen impunes.

Gracias al testimonio de Mancuso, se han encontrado los cementerios, hornos crematorios y las fosas comunes donde se ocultaron miles de cuerpos de desaparecidos en los lugares que él indicó en su testimonio ante la JEP. El exparamilitar señaló también a muchos implicados en los esquemas criminales. Se refirió concretamente al exsubdirector del DAS, José Miguel Narváez, y el rol que jugó en ordenar los asesinatos de numerosos líderes políticos y defensores de derechos humanos. También develó detalles sobre la planificación de las masacres de El Aro en 1996 y de la Granja en 1997, en las que tuvo una participación decisiva la gobernación de Antioquia de la época y oficiales de la Cuarta Brigada de Medellín. Asimismo, señaló a Francisco Santos como el cerebro detrás de la creación del Bloque Metro y confirmó que las Convivir servían como la fachada legal de la violencia paramilitar. Una de sus afirmaciones más incriminatorias fue  la incidencia que tuvieron las autodefensas en las elecciones presidenciales de Andrés Pastrana y Álvaro Uribe Vélez, y en la reelección de este último.

Estas acusaciones han sido verificadas, pero muchos de los responsables siguen campantes. Esta es la oportunidad de definir sus culpabilidades con testimonios incontrovertibles.

El Centro de Memoria Histórica se prepara para revelar datos actualizados de las víctimas del conflicto armado en el mes de abril. El asesor de comunicaciones del Centro, Jorge Aguilera, anticipó que las investigaciones han confirmado aproximadamente 10,000 ejecuciones extrajudiciales (falsos positivos), 100,000 desaparecidos y 9 millones del total de víctimas como resultado de la guerra interna. Estas cifras superan con creces las que había reportado el Centro de Memoria Histórica y el informe de la Comisión de la Verdad. La nueva actualización será presentada oficialmente el 9 de abril, una fecha designada para conmemorar a las víctimas.

Es cierto que muchos colombianos desearían que el capítulo de la guerra se cerrara de una vez por todas y no saber nada más sobre el asunto. Actualmente se percibe un hastío emocional. Los que esperaban que el gobierno del cambio transformara el país solo ven caos y decepción. Y los que se limitan a cerrar los ojos y oídos frente a la realidad de lo que pasó y sigue pasando en Colombia son los que perpetúan el culto por el expresidente “salvador” que los liberó de la guerrilla y ejerció mano firme cuando se necesitó, sin importar el número de masacres y de víctimas que pagaron el costo.

En ese clima político la llegada de Mancuso se perfila como la oportunidad de lograr un cierre frente a las preguntas que aún quedan sin resolver. El exparamilitar debe otorgar pruebas fehacientes de los vínculos de los grandes personajes de la clase política con las masacres, desapariciones y órdenes de ajusticiamiento que llevaron a cabo las Autodefensas Unidas de Colombia. El conocimiento de esta Verdad tal vez podrá cerrar por fin y para siempre las heridas que aun sangran en Colombia, como lo afirmó Yolanda Ruiz en su columna de El País.

En un comunicado dado a conocer a su llegada a Colombia, Mancuso aseguró que cumplirá con el deber de trabajar por las víctimas en las comunidades y en sus territorios. Dijo que su objetivo es ponerse "al servicio de una agenda de paz que permita evitar que Colombia sea una fábrica eterna de víctimas y de dolores colectivos”.  Por último, se definió a sí mismo como un agente de cambio “dispuesto a trabajar por la paz y reconciliación”.

Mancuso se ofreció a dialogar con los reductos de los bandos paramilitares que aun operan en el país: las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Clan del Golfo) y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra. En ambos casos cumplirá con su rol como negociador y gestor de paz que le otorgó el Presidente Petro. 

¿Podemos esperar que Mancuso cumpla sus promesas y su gestión como agente de paz? Es cierto que sobre él pesan 390 procesos judiciales pendientes y que su pasado criminal lo hace un sujeto poco fiable. Pero al menos, él ha pagado condena y ha confesado su responsabilidad como actor de la guerra. Hay muchos personajes que siguen ejerciendo su poder impunemente en las altas esferas de la política y que a la sazón, deben estar aterrorizados por las prontas revelaciones de su antiguo compinche y compañero de armas. 

domingo, 14 de enero de 2024

Plegarias de El Aro: a 25 años de la barbarie

Por Elvira Sánchez-Blake

A venticinco años de la masacre de El Aro,  las víctimas piden justicia.

                      Craneos puestos por los victimarios en el cementerio de El Aro
 

Plegarias del pueblo muerto: El Aro, de Pablo Navarrete es un libro necesario.  Las historias que se cuentan enmarcan el horror de una de las masacres más nefastas de Colombia, la del corregimiento El Aro ubicado en Ituango, Antioquia, ocurrida varios días durante la semana del 22 al 27 de octubre de 1997 por grupos paramilitares en asocio con fuerzas del Estado y la colaboración del gobernador de Antioquia de la época. Pero la historia no es solo de la masacre, es también la experiencia personal del proceso de escritura, incluso de los atentados contra la vida del autor, por escribir esta historia.  La voz de Navarrete es a la vez fuerte y sensible. Es firme con los perpetradores entrevistados que le revelan los entramados que se movieron detrás de la masacre, y es sensible con las víctimas y sobrevivientes que fueron testigos de horrores de deshumanización impensables.

El libro cuenta la historia de Wilmar, un joven de catorce años que fue ajusticiado impunemente por los paramilitares. La narración se cuenta desde la perspectiva de Miladis, su hermana mayor. El caso de Wilmar es patético por lo cruel y despiadado y  toca hasta la fibra más estoica  por la forma como el narrador alterna apartes textuales de la entrevista con la ambientación de los hechos a través de un lenguaje cautivante sin caer en lo dramático. Al enfocarse en una historia real en detalle, el cronista humaniza la tragedia otorgando verisimilitud a un caso que refleja la colectividad. Navarrete dice que este libro se convirtió en un deber con las víctimas cuando afirma: “debía escribir esta historia que es un reconocimiento a sus vidas y una manera de decirles que lo ocurrido está siempre en mi mente. Que no los olvido, Que su dolor es también mío”.

 

                                                    Escombros de El Aro tras la masacre 
 

Otra historia revela que los paramilitares atacaron al pueblo con la intención de rescatar a un secuestrado por el Frente 18 de las Farc y en retaliación por la supuesta simpatía por parte de los pobladores con este grupo subversivo. El secuestrado, según cuenta el autor, era un primo del gobernador de Antioquia de la época, un mafioso que trabajaba con el cartel de Cali y a quien se le conocía como “Carepuño”. El relato describe en detalle los hechos desde las horas que precedieron al secuestro hasta las consecuencias del evento, incluyendo a los inocentes que pagaron el precio mayúsculo por estar en el sitio equivocado. Esta parte del libro se basa en entrevistas realizadas con abogados, exguerrilleros de las Farc y conocidos del personaje en mención.

 

Una de las historias más impactantes del libro es la propia experiencia del autor, quien en forma cándida narra el atentado del que fue víctima durante el proceso de escritura del libro. No solo él sufrió persecuciones y amenazas, sino algunas personas que contribuyeron con su texto. La forma como Navarrete narra esta parte del libro remueve las entrañas, no solo porque el autor admite que esta experiencia le causó un trauma psicológico del cual no termina de recuperarse, sino porque revela que las fuerzas ocultas que causaron la masacre de El Aro y de tantas otras masacres sigue latente y que nadie está exento de sufrir las consecuencias. También explica porqué la narración expone los horrores que se vivieron durante los días en que ocurrió la masacre, pero se abstiene de revelar pormenores del entramado de maquinaciones del sistema que permitió que los perpetradores quedaran impunes tras la masacre. 

 

                                        Cementerio de El Aro tras la masacre

En la sección final Navarrete le da nombres y apellidos a las víctimas; los hace visibles y reales, cuenta su historia y nos hace vibrar con cada una de ellos. Incluye también la sentencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por la cual se condena al Estado colombiano por la masacre de El Aro. La Corte exigía un acto público en el que se reconociera la responsabilidad de los hechos por parte del mandatario de la nación. Esta condición se refería tácitamente al jefe de estado que tuvo participación en los hechos, pero el cumplimiento de la norma no se hizo efectiva hasta el 30 de noviembre del 2022, veinticinco años después de ocurrido, cuando el presidente Gustavo Petro pidió perdón en nombre del Estado a las víctimas y sobrevivientes.  El libro concluye con una serie de anexos que incluye datos del Banco de Datos de Derechos Humanos y Violencia Política del Cinep- durante el año 1997 (uno de los años más sangrientos del país); la lista de los nombres completos de los desplazados que produjo la masacre de El Aro; los mapas de Colombia con localizaciones de las Convivir y las bases paramilitares de la época. Además, provee fotos de la población y una última sección con los rostros y nombres de las personas asesinadas en octubre de 1997 en este corregimiento y las veredas contiguas.


Pablo Navarrete nos da una lección de templanza y honor en el acto de escribir este libro. Una tarea que le tomó más de seis años en la búsqueda y acceso a más de diez mil folios de documentos judiciales, 35 videos de audiencias de paramilitares, viajes y numerosas entrevistas a los personajes tanto víctimas como victimarios. Pablo devela su historia en forma de testigo-cronista y también víctima de las amenazas que persisten hacia aquellos que se atreven a ver el mundo con una mirada diferente.  En su nota introductoria esto se hace evidente cuando escribe:

Este libro honra aquello que silenciamos en el periodismo: los efectos que trae consigo el oficio investigativo para la salud mental y emocional. Los episodios que nos convierten en otros, los miedos que nunca abandonan, el terror de seguir adelante pero que, al mismo tiempo, nos impulsan a seguir escribiendo y preguntando.

 

Plegarias del pueblo muerto: el Aro, es un libro que duele y que reclama las verdades que aún quedan en la sombra. 

Fotos tomadas de la revista Cuestión Pública que aparecen en el libro (edición 1/12/2024).