martes, 12 de julio de 2016

Tejiendo esperanzas

Hace unos días el Washington Post publicó un artículo en el que se reconocían los avances del proceso de paz en Colombia como ejemplo y modelo para el mundo. Al mismo tiempo, señalaba que lo que obstaculiza el proceso no son las facciones enfrentadas, sino la rivalidad entre dos presidentes, algo que confunde y sorprende a la comunidad internacional. El hecho de que la paz en el país esté sujeta a la división creada por sus gobernantes es algo que debe generar un cuestionamiento sobre quién define el camino hacia la paz.

No es un acuerdo en La Habana, ni un plebiscito, ni alianzas entre poderosos, ni menos las firmas de resistencia contra Santos, los que van a definir la reconciliación en Colombia. Son las acciones del diario vivir de los que tejen proyectos de vida comunitaria y convivencia ciudadana, los que ya están construyendo la paz. Es curioso que muchos de los que trabajan en estas iniciativas sean los que han sido víctimas reales del conflicto. Mujeres campesinas, jóvenes de barrios marginados, trabajadores y amas de casa, son quienes en su mayoría han asumido liderazgos obligados por las circunstancias y por las necesidades. Son individuos que tejen sueños y esperanzas; vida digna para jóvenes y niños, concientización de derechos y oportunidades en zonas rurales. Son aquellos, los que con su trabajo, muchas veces sin recursos pero con tenacidad y valentía, construyen la paz en Colombia.





Tejiendo esperanzas 


Mujeres Tejiendo Sueños y Sabores es un colectivo que opera en Mampuján, Bolívar. Está ubicado en la zona de Montes de María, una de las regiones más afectadas por el conflicto armado y las masacres que ocurrieron en esa zona a principios de milenio. Este colectivo hace parte de la Asociación para la vida digna y solidaria--ASVIDAS- María la Baja, y fue ganadora del premio nacional de paz 2015 en reconocimiento a las iniciativas que llevan a cabo por la paz en Colombia.

La coordinadora de este colectivo, Juana Alicia Ruiz, se ha convertido en la vocera y líder de esta comunidad. Juana es una de esas personas que impone respeto con su presencia e inspira sabiduría por medio de sus palabras y su visión del mundo. Una mujer, cuyo liderazgo e iniciativas han conducido a que su comunidad sea conocida hoy, no por la victimización, sino por los proyectos de convivencia pacífica y recuperación del tejido social.  Recientemente tuvimos la oportunidad de conocerla y de conversar con ella en Cartagena. Juana llegó con sus tapices, con su sonrisa y con su vitalidad desbordante a enseñarnos que es posible transformar el dolor en tejidos y el trauma en sabores placenteros. Juana relata en sus propias palabras la experiencia tejiendo sueños y sabores en el siguiente vídeo:




Los tapices, tejidos, textiles, bordados, en cualquiera de sus formas, constituyen uno de los repertorios más populares y exitosos de los colectivos de mujeres. No es sólo un acto simbólico que reafirma la identidad femenina, sino que revierte esta misma condición para convertirse en símbolo de poder político. Como en el caso de las famosas arpilleras de Chile, quienes se atrevieron en los momentos de mayor represión del régimen de Pinochet, a denunciar los horrores por medio de textiles que representaban los abusos cometidos, así las mujeres de Mampuján se han empeñado en dar a conocer sus memorias plasmadas en tapices como una estrategia para retomar la vida después del desplazamiento.

Juana cuenta que fue una predicadora menonita, Teresa Geiser, la que les enseñó la técnica del quilt de aplicación en colchas de retazos. Al principio las mujeres seguían los patrones tradicionales, pero más adelante descubrieron que en esos retazos de telas podían plasmar los dolores que las atormentan. Fue así como en esos talleres de costura empezaron a aparecer figuras que reflejaban su vida anterior: un vecino, un amigo, un familiar, aquellos que habían desaparecido con la guerra. En un primer tapiz las mujeres de este colectivo mostraron el día de la salida del pueblo. Cada una se representó a sí misma. Así, en el tapiz, Once de marzo, día de llanto se aprecian figuras de ancianos cargados en hamacas, hombres y mujeres con bultos y niños en brazos al lado de uniformados que les apuntan. Otros tapices cuentan la historia de otro desplazamiento anterior, el de la esclavitud. Estos conforman una trilogía que empieza con Travesía, continúa con Subasta y termina con Rebelión. Juana explica que la historia de la comunidad afrodescendiente se registra allí, como una forma de sanar heridas y resentimientos que provienen de una violencia ancestral.

  


Los tapices se convirtieron en una forma de sanar las heridas. La experiencia las conminó a continuar con otros proyectos, ya no desde el dolor, sino como una forma de reconstrucción de vida. La asociación lleva a cabo talleres de tejido en comunidades aledañas enseñando las técnicas del quilt, así como otras estrategias para sanar dolores del cuerpo y del alma a través de la música y de la acción comunitaria. Además, se han constituido microempresas de producción de dulces para generar ingresos y solventar en forma productiva las necesidades básicas de los desplazados que han retornado a sus lugares de origen. Este colectivo trabaja en coordinación con otras organizaciones como Sermbrandopaz que dirige el líder comunitario Ricardo Esquivia en las zona de Montes de María.

Esta experiencia nos enseña que las semillas de paz ya están ocurriendo en Colombia. Las iniciativas de las mujeres tejedoras de Mampuján permiten comprender que los odios y resentimientos se pueden abordar por medios creativos y productivos. Es también la forma de poner sobre el tapete la importancia de mantener las tradiciones ancestrales que pertenecen a las etnias y culturas que enriquecen el país. Es en últimas, una de las formas de superar los prejuicios y las injusticias arraigadas que subyacen en el imaginario colectivo para generar transformaciones profundas que abran el sendero hacia la posibilidad de una convivencia pacífica.


Referencias

ASVIDAS María la Baja: //asvidasmarialabaja.weebly.com/
Castrillón, Gloria. “Las tejedoras de Mampuján: La fuerza femenina del perdón”.  Revista Cromos. Bogotá (Lunes 16 de marzo del 2015).
Sembrandopaz Montes de María: http://www.sembrandopaz.org/es/


Mampuján, crónica de un desplazamiento: https://www.youtube.com/watch?v=9v_rsVojQt8







1 comentario:

mesaslatinas dijo...

Gracias por darle visibilidad a esta iniciativa tan positiva y bella, una semilla de paz que da mucha esperanza.