El 24 de Julio pasado se conoció una noticia fundamental en las
negociaciones del gobierno de Colombia con las FARC, la inclusión del enfoque
de género en los acuerdos alcanzados en La Habana.
¿Qué significa esta noticia? Por un lado, es la primera vez que se
incluye un acuerdo de paz con enfoque de género y se da reconocimiento a los derechos de personas con sexualidades
diversas. Significa además que el fin
del conflicto es una oportunidad para que las mujeres víctimas en su capacidad
de trascender el dolor se conviertan en constructoras de paz, como sucede
actualmente en muchas regiones.
Los grupos de mujeres surgieron desde finales de los años noventa y principios del dos mil buscando crear conciencia y caminos para detener el conflicto armado en los territorios. Paulatinamente estos grupos se fueron uniendo y buscando reconocimiento, al definir estrategias, canalizar acciones y denuncias de todas las violencias. Actualmente han surgido alrededor de 300 organizaciones que trabajan para oponerse a los grupos
armados de todas las vertientes políticas: insurgentes revolucionarios, grupos
paramilitares, militares y estatales, y para reivindicar los derechos humanos de
la sociedad civil.
Sus acciones han generado confianza y solidaridad de organizaciones campesinas, indígenas,
afrodescendientes, de desplazados, de víctimas, de familiares de víctimas de
secuestrados y desaparecidos. Sus consignas se escuchan por doquier: "¡Nuestro cuerpo no es botín de guerra!", "¡No parimos hijos para la guerra", "¡Ni un paso ni un peso para la guerra!", "¡Las mujeres paz harán!" "¡Terminemos la guerra, construyamos la paz!" Con estos lemas han creado un clima de confianza entre los seguidores y escépticos; entre los que las amenazan, pero las temen; entre los que ignoran las secuelas del conflicto en las poblaciones apartadas, pero empiezan a escuchar y a creer. Lo más importante, las organizaciones de paz piden el desarmamento de todos los actores armados. Como dice María Teresa Arizabaleta, "Donde hay un hombre armado hay violencia: ¡aparece un oficial armado en una esquina, y en la otra hay un tipo pegándole a la mujer!", palabras claves para alcanzar la anhelada paz: el de-sar-ma-men-to!
Puntos del acuerdo
Vale la pena destacar los puntos del acuerdo, señalados por María Paulina Riveros, co-directora de la subcomisión de género:
1. Acceso y formalización
de la propiedad rural en igualdad de condiciones. El propósito es superar los obstáculos que
afrontan las mujeres rurales para la formalización y acceso a la propiedad
rural haciéndose explícito su derecho a la propiedad de la tierra.
2. Garantía de los derechos
económicos, sociales y culturales de las mujeres. Las medidas de apoyo
económico, las de superación de la pobreza, y estímulo de las economías locales
respetarán el enfoque de género.
3. Promoción de la participación
de las mujeres en espacios de representación y toma de decisiones y resolución
de conflictos. Esto significa que por fin habrá una participación
equilibrada de las mujeres en las instancias de decisión creadas en los acuerdos.
4. Medidas de prevención y
protección que atiendan los riesgos específicos de las mujeres. En la
implementación de medidas integrales de seguridad y protección deben
materializarse acciones de prevención, incluidas aquellas contra la
estigmatización por razón del género y la orientación sexual.
5. Atención psicosocial para la
recuperación emocional de las víctimas. Esto es especialmente importante
para las afectaciones particulares de la violencia sexual, una de las
principales secuelas de la guerra.
5. Acceso a la verdad y a la
justicia y medidas contra la impunidad. La creación de un grupo de trabajo
de género al interior de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la
Convivencia y la no Repetición.
6. Reconocimiento público, No
estigmatización y difusión de la labor realizada por mujeres como sujetos políticos.
El deber de contribución al desarrollo y promoción de una cultura de
participación, convivencia y paz de los medios de comunicación, incluye valores
no sexistas y de respeto al derecho de las mujeres a una vida libre de
violencias en sus contenidos.
7. Gestión institucional para
el fortalecimiento de las organizaciones
de mujeres para su participación política y social.
8. Sistemas de información desagregados. El Sistema General de
Información Catastral contendrá los datos desagregados por sexo, género y etnia
para contar con información sobre predios en manos de mujeres, su relación con
la tierra y las formas de titulación.
Un acuerdo de Paz que adopta un enfoque de género es aquel en el que todos: hombres y mujeres, y personas con identidad diversa son concebidos como ciudadanos, como sujetos políticos, como interlocutores e interlocutoras visibles del diálogo social, como eje de los modelos de desarrollo en condiciones de igualdad, destacó María Paulina Riveros. Es decir que tod@s podemos acceder a vivir en igualdad
de condiciones en un país sin conflicto armado.
Elvira Sánchez-Blake
Referencias:
Riveros, María Paulina. Comunicado de la subcomisión de género. La Habana, 24 de julio, 2016.
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