miércoles, 15 de marzo de 2023

En el mes de la mujer Yo también soy Me Too

 

 

Recientemente he visto tres películas sobre el tema del poder y el abuso que me dejaron muchas inquietudes. Todas tienen un tema común. ¿En qué momento una relación romántica amorosa se convierte en una relación abusiva?  Es decir, cuál es el punto de quiebre en que se cae en alguna de estas tres fases: el acoso, el abuso, o la violación. La primera película es "Anatomía de un escándalo" (Anatomy of an Scandal, Netflix, 2022). Esta serie maneja de forma magistral el tema de una relación existente entre una pareja que en un momento dado pasa de ser una atracción romántica y pasional, a convertirse en una violación porque no fue consensual.  La trama explora esa línea difusa entre el consenso y la violación. Aunque ella nunca dice no, se hace evidente que él aprovecha su acquiscencia para sobrepasar el límite y convertirse en depredador. Esta serie examina esta línea tan débil que se rompe cuando el balance de poderes es desequilibrado y en las que  el poderoso tiene a su haber el sistema que lo protege y lo exime del castigo. Es también una critica contra las formas que encubren la verdad haciendola pasar por la sutil fisura de la evidencia legal. La serie dirigida por David E Kelley y Melissa James Gibson con las actuaciones magistrales de Michelle Dockery y Sienna Miller, ofrece una crítica formidable a las relaciones que chantajean el amor y se convierten en un desbalance de poder y abuso.

 

La segunda película es Tar (2022, dirigida por Todd Field). Cate Blanchet intepreta un papel formidable como una mujer abusadora. Tar es una directora de orquesta que ha logrado la cima de una carrera musical, académica y artística. Un poco como contrariando el axioma que existe entre el desbalance entre los poderosos y los que están a su servicio, Tar va adquiriendo un poder cada vez más grande a través del ascenso en el mundo artístico.  Al escalar estos peldaños que la convierten en la gran directora de orquesta, se dedica a abusar a otras mujeres que están en la escala más baja. Con ese desbalance va construyendo una pirámide en la que ella es la dueña y controladora de todos los que la rodean. Lo peor es que nunca es capaz de reconocer su caída, y prefiere convertirse en una descastada antes que admitir su equivocación.  La película, nominada al Oscar de este año, demuestra que los abusos se imponen cuando un individuo, sea hombre o mujer, replica el modelo patriarcal. Cate Blanchet logra una actuacion extraordinaria en una película que requiere más de una mirada y deja numerosas inquietudes a la audiencia.

 

En la tercera pelicula, She Said, se hace un recorrido sobre el trabajo que hicieron las reporteras del New York Times para recoger la información sobre los abusos del productor de cine de Hollywood, el dueño de Miramax, Harvey Weinstein. La película está basada en el libro de Jody Kantor y Megan Twohey, She Said: Breaking the Sexual Harassment Story That Helped Ignite a Movement (2019). Tanto la película como el libro describen el proceso de buscar y conseguir los testimonios de mujeres abusadas por el director de cine, superando el miedo a represalias. Registra además el proceso de confrontar los temores y asumir las consecuencias. Así se van sumando más y más denuncias hasta lograr la publicación del artículo que destapó la olla y que posteriormente llevó a la demanda y condena del famoso director.  Pero la película no aborda solo el caso de Weinstein, sino que devela la cadena de los abusadores y cómo se protegen entre sí a través del sistema legal diseñado para encubrir a los depredadores. Este caso generó el nacimiento del Me too movement, el cual permitió visibilizar múltiples casos similares en el mundo.

 

¿Cuántas veces miles de mujeres nos enfrentamos a ese reto de confrontar, superar y salir adelante ante estos abusos y ante los abusadores que están ahí pendientes, en qué momento pueden meter la mano? Pero este desequilibrio tan grande se encuentra también con el hecho de que estos personajes no sean malos del todo y que los que están bajo su cargo,  reciben una cantidad de beneficios, por los que se sienten en deuda. Eso es lo que muestra la película Ella dijo:  los testimonios del miedo, el terror de estas mujeres a denunciar, muchas veces amordazadas por maniobras legales que exigen confidencialidad.  Sin embargo, a partir de el surgimiento del Me Too Movement en 2018 se logró una toma de conciencia que ha sacado a la luz tantos abusos y horrores que se siguen cometiendo y que seguirán porque el sistema está diseñado para proteger a los perpetradores y revictimizar a las víctimas. En todo caso, la gran pregunta que me hago yo en este momento es, ¿quién no? ¿Quién no ha sufrido un abuso, un acoso o una violación? La respuesta generalizada es ME TOO.

 

Con motivo del día de la mujer, me preguntaron: ¿por qué continúan las marchas y protestas de las feministas si supuestamente ya se han alcanzado tantos logros y derechos para las mujeres? La respuesta es que todavía falta un largo camino por recorrer. Solo en la superficie se aprecian estos logros. Mientras las estructuras legales, religiosas y sociales continúen obrando bajo los parámetros del orden dominante masculino, continuarán los abusos y los desequilibrios de poder que permiten legitimar toda clase de atropellos contra seres que se encuentran en la escala más frágil de la sociedad por motivo de género o de clase, llámense hombre o mujer.  Las luchas por cerrar estas brechas y solventar esas desigualdades continúan vigentes.

 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es una lucha continua. Como dices al final “ Mientras las estructuras legales, religiosas y sociales continúen obrando bajo los parámetros del orden dominante masculino, continuarán los abusos y los desequilibrios de poder que permiten legitimar toda clase de atropellos contra seres que se encuentran en la escala más frágil de la sociedad por motivo de género o de clase, llámense hombre o mujer. Las luchas por cerrar estas brechas y solventar esas desigualdades continúan vigentes. “

Qué situación tan triste. Y en todas las culturas se toman generaciones en sobreponerse a esta estigma en la que se mantiene a la mujer en muchos ámbitos alrededor del mundo.
Cada cual se ve sola, inclusive alrededor de otras mujeres, cuando se trata de hacerse respetar y abogar por sus derechos.
Seguiremos dando la batalla por nosotras y nuestras hijas y las hijas de ellas…