Por Elvira Sánchez-Blake
¿Cómo celebrar un día del libro cuando en muchos estados se censuran los libros y el conocimiento? En cambio se aprueban leyes que favorecen el uso de armas y las glorifican como un símbolo de libertad.
Mientras los maestros de Florida tienen los estantes vacíos de libros por la censura impuesta por el estado, el congreso local acaba de aprobar una ley que declara el condado de Manatee como santuario del derecho a portar armas. Lo que significa que la gente puede comprar armas sin ningún tipo de restricción, a la vez que la educación se ve coartada con vetos a los libros y a las materias que se enseñan en las aulas.
En julio de 2022 el gobernador de Florida Ron DeSantis firmó la ley HB 1467, “que exige a las escuelas asegurarse de que los libros que allí se ofrecen estén libres de pornografía, se ajusten a las necesidades de los estudiantes y sean apropiados para su edad”. En diciembre de 2022, el Departamento de Educación hizo extensiva la normativa a las bibliotecas de las escuelas. Los maestros se han visto en la obligación de sacar libros de circulación que contengan alusiones a temas de raza, esclavitud, diversidad sexual o de género, y de referencias a otras culturas.
Además vetó todo material que hablé de inclusión, diversidad e igualdad bajo la normativa que prescibe: “no se permite material que presente la discriminación de una forma que "un individuo en virtud de su raza, color, sexo u origen nacional sea [considerado] racista u opresor, sea de forma consciente o inconsciente". Los programas de universidades sobre género y estudios afroamericanos están siendo eliminados y las palabras “esclavitud”, igualdad de género, derechos de mujeres y de minorías o de la población LGTBQ han sido suprimidas.
El gobernador y sus adeptos se proclaman defensores del derecho de los padres a decidir sobre las enseñanzas que reciben los hijos en las escuelas (Parents for Freedom). Todo lo cual es una falacia enmarcada bajo la premisa de que los niños deben protegerse contra la diversidad sexual y sobre el conocimiento de temas que los incomoden como es el pasado esclavista de la Unión Americana y las políticas negativas hacia otras culturas. De esta forma DeSantis pretende cancelar la cultura que él denomina “Woke”, porque, según su percepción, van en detrimento de la población blanca mayoritaria.
Como reporta BBC Mundo, de acuerdo con cifras del Florida Freedom to Read Project (FFTRP) se han objetado más de 900 títulos, de los cuales más de 400 habían sido removidos temporalmente de las bibliotecas y 65 terminaron siendo censurados. Entre estos se cuentan novelas de autores de la talla de Toni Morrison, Margaret Atwood y Harper Lee; biografías del Dalai Lama, Rosa Parks, de la cantante Celia Cruz y del beisbolista Roberto Clemente. Estas censuras demuestran que no son los libros, sino los personajes de otras culturas a quienes se les censura y suprime por el racismo y xenofobia de unos pocos que intentan imponer su supremacismo en la población.
Para el cumplimiento de esta norma, se han designado “especialistas en medios” que van de escuela en escuela revisando y aprobando o censurando los libros de todas las materias. Esto ha llevado a que en varias aulas se encuentren vacías de materiales educativos, por temor a infringir algunas de estas medidas.
La censura de libros contrasta con la reciente aprobación de una ley de protección a la segunda enmienda, por la cual se permite la compra de armas sin necesidad de chequeos y libera el porte de las mismas en forma abierta. El condado de Manatee fue designado como santuario para los amantes de las armas. Esto quiere decir que las normas que limitan el uso de armas a nivel estatal o federal no serán implementadas en Manatee. De forma paradójica, este mismo condado es el que ha recibido mayor censura de materiales educativos en sus centros escolares.
Cuando se habla de censura de libros vienen a mi mente ecos de piras inquisoriales, índices de libros prohibidos, quemas de bibliotecas y condena al conocimiento. En un mundo en que la lectura ha sido suprimida o reemplazada por el acceso fácil a los 42 caracteres de Twiter, al mensaje instantáneo de WhatsApp y al facilismo de la inteligencia artificial, me pregunto, ¿cómo se puede proteger más a las armas que a la cultura?
En el día del libro hago un llamado a la sensatez para que desde nuestras posiciones y posibilidades defendamos el conocimiento, la cultura y la lectura de libros con contenidos reales. Si eres maestro, enseña a tus alumnos con los medios a tu alcance; si eres bibliotecario, camufla los textos prohibidos entre los de superación personal; si eres escritor, continúa la tarea de transmitir los mensajes de diversidad, inclusión e igualdad y justicia social a través de tus escritos. Y por favor, exige a tus legisladores vetar el uso de armas, y no de los libros.
Fuentes:
Ángel Bermúdez, “Las escuelas de Florida en las que los maestros deben ocultar los libros de la vista de los alumnos”. BBC News Mundo. 20 febrero 2023. https://www.bbc.com/mundo/noticias-64645715
1 comentario:
Excelente queja. 👍🏻
Por favor publica tu nota tanto en un periódico de alta circulación tanto en la Florida como en el resto del país.
Publicar un comentario