lunes, 3 de marzo de 2025

Inglés como idioma oficial: una ataque a la cultura hispana en EEUU


Por Elvira Sánchez-Blake

La declaración del inglés como el único idioma oficial en Estados Unidos representa un ataque a la población hispana del país. Este intento de imponer una homogeneidad lingüística  ignora el  legado pluralista de un  gran segmento de la sociedad. Es una negación al derecho de expresarse en una lengua hablada por 60 millones de personas.  Es en esencia una cancelación de la cultura latina y su influencia en la sociedad estadounidense.

La orden ejecutiva que declara el inglés como idioma oficial firmada el sábado pasado pasó desapercibida en medio de tantas otras noticias críticas en el ámbito internacional. No niego que la estabilidad mundial se encuentra en peligro, y que el riesgo en que se encuentran  muchos servidores públicos de perder su trabajo a manos de Elon Musk, puedan ser asuntos de mayor gravedad. Sin embargo, la imposición de un mandato lingüístico merece una consideración especial.

El presidente ha dirigido una campaña de hostigamiento contra los hispanos, convirtiéndolos en el blanco del odio y la persecución. Durante la campaña electoral convenció a miles de votantes de que los hispanos son los responsables de todos los problemas económicos, el desempleo y la inflación. Desde el inicio de su mandato la primera orden fue llevar a cabo la deportación más grande la historia y lo ha cumplido. En menos de dos meses ya han sido deportados más de 20,000 hispanoamericanos, que incluyen individuos con permisos de trabajo o estatus de protección temporal.

La cruzada contra los hispanos hace parte de la orden de suprimir la Diversidad, Igualdad e Inclusión (DEI) de los programas educativos y del gobierno. ¿Quiénes son los más afectados con esta medida? Las personas de origen latino que acceden a programas de estudio y a oportunidades laborales.  Y no es por falta de capacidades--entiéndase bien--sino porque en general los hispanos tienen menos oportunidades en la formación integral.

La orden ejecutiva revoca un mandato del Presidente Clinton que ordenaba al gobierno federal  proporcionar documentos oficiales en varios idiomas. La nueva orden establece que “esta medida reforzará los valores nacionales y creará una sociedad más cohesiva y más eficiente”. La Casa Blanca ya eliminó la versión en español del sitio web como una de las primeras acciones de la nueva administración,

Creo que la declaración del inglés como idioma oficial no es una medida de cohesión de identidad ni de afirmación de los valores americanos, como se intenta convencer al conglomerado. Por el contrario, es una forma de censura, de discriminación y de negación de la identidad lingüística que ejerce una población de 60 millones de habitantes en el país.

¿Qué va a pasar ahora? Con esta orden, se elimina el español de los documentos oficiales en los organismos del gobierno, los sitios de internet y muchos de los servicios en español de las agencias del estado. No me sorprendería que como parte de esta orden, vengan otras medidas. Supongo que se instaurarán restricciones a los medios hispanos o que se eliminen las cadenas de radio y televisión que transmiten en español.  Es probable que se retiren los apoyos a las escuelas bilingües y a los sectores educativos que enseñan español y otras lenguas como parte de sus currículums.

Vivimos en un mundo globalizado donde la expresión en múltiples lenguas es un privilegio.  Constituye una apertura mental hacia nuevas dimensiones y hacia un entendimiento multicultural. Restringir la expresión en otros idiomas, además de absurdo es una regresión en la evolución humana y una muestra de la imposición del supremacismo que estamos viviendo en pleno siglo veintiuno. 

 

English version

The declaration of English as the only official language in the United States represents an attack on the country's Hispanic population. This attempt to impose linguistic homogeneity ignores the pluralistic legacy of a large segment of society. It is a denial of the right to express oneself in a language spoken by 60 million people. It is in essence a cancellation of Latino culture and its influence on American society.

The executive order declaring English as an official language signed last Saturday went unnoticed amid so many other critical news stories in the international arena. I do not deny that global stability is in danger, and that the risk that many public servants may lose their jobs at the hands of Elon Musk may be a more serious matter. However, the imposition of a linguistic mandate deserves special consideration.

The president has led a campaign of harassment against Hispanics, making them the target of hatred and persecution. During the election campaign, he convinced thousands of voters that Hispanic immigrants are responsible for all economic problems, unemployment and inflation. From the beginning of his term, his first order was to carry out the largest deportation in history and he has complied with it. In less than two months, more than 20,000 Hispanic Americans have already been deported, including individuals with work permits or temporary protected status.

The crusade against Hispanics is part of the order to remove Diversity, Equity and Inclusion (DEI) from educational and government programs. Who are most affected by this measure? People of Latino origin who access study programs and job opportunities. And it is not because of a lack of skills, but because in general Hispanics have fewer opportunities to access comprehensive education.

The executive order revokes a mandate from President Clinton that directed the federal government to provide official documents in multiple languages. The new order states that "this measure will reinforce national values and create a more cohesive and more efficient society." The White House has already removed the Spanish-language version of its website as one of the first actions of the new administration.

I believe that the declaration of English as an official language is not a measure of identity cohesion or affirmation of American values, as they are trying to convince the public. On the contrary, it is a form of censorship, discrimination and denial of linguistic identity exercised by a population of 60 million inhabitants in the country.

What is going to happen now? With this order, Spanish is removed from official documents in government agencies, websites, and many of the Spanish-language services of state agencies. I would not be surprised if as part of this order, other measures came. I assume that restrictions will be placed on Hispanic media or that radio and television networks that broadcast in Spanish will be eliminated. It is likely that support for bilingual schools and educational sectors that teach Spanish and other languages as part of their curricula will be withdrawn.

We live in a globalized world where expression in multiple languages is a privilege. It constitutes an open-mindedness to new dimensions and to a multicultural understanding. Restricting the use of other languages, in addition to being absurd, is a regression in human evolution and a sign of the imposition of supremacy that we are experiencing in the twenty-first century.

(Translated by Carol Hartz)

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Comparto totalmente tu reflexion ! Cancelar o limitar el uso de otros idiomas en un pais construido por Migrantes provenientes de todos los rincones del planeta, y en especial de sus vecinos de Continente, que en su mayoria son hispanoparlantes, como bien lo dices, es un acto "regresion en la evolucion humana ". Esta accion es parte de ese boomerang que estan contruyendo, aislando a ese pais de la Comunidad Mundial. Eso redunda en la perdida de ese Poder a todo nivel, desde el cual hoy abusan, descalifican y alejan a quienes han sido el insumo fundamental de su desarrollo y crecimiento historico.

Anónimo dijo...

Lo increíble de todo esto es que la misma comunidad latina fue la que votó mayoritariamente por esas políticas de discriminación y odio hacia sus semejantes

Anónimo dijo...

…es un privilegio … que promueve y logra la eficiencia a toda escala.

Anónimo dijo...

Gracias

Anónimo dijo...

Esta medida, como otras, hace parte de la estrategia de Trump de dividir , poner a los unos contra los otros, y poder reinar él con mayor facilidad .

Anónimo dijo...

Soy consciente de que mi postura puede ser vista como una voz disidente y que, en consecuencia, podría ser señalada como ignorante o incluso de racista. Sin embargo, los invito a resistir la tentación de asumir de inmediato un papel de víctima. Nadie nos está prohibiendo hablar o escribir en nuestro idioma, un aspecto fundamental para la preservación de nuestros valores y nuestra cultura.

El país que nos ha acogido no nos exige renunciar a nuestra identidad, sino que simplemente nos pide que abracemos su cultura, sus valores y su lengua. Es cierto que ciertas comodidades a las que nos habíamos acostumbrado, aquellas que permitían desenvolvernos sin necesidad de hablar inglés, pueden verse restringidas. Pero, ¿no deberíamos acaso hacer el esfuerzo de aprender el idioma del país en el que residimos?

Son muchos los países que han establecido lenguas oficiales, y aquellos que han optado por no hacerlo suelen responder más a la necesidad de proteger dialectos indígenas que a un deseo de acomodar a los inmigrantes. Aunque la medida no es grata, necesaria, ni beneficiosa para USA, es comprensible que una nación que percibe su identidad en riesgo desee preservar al menos una parte esencial de sí misma. No es que no entienda las implicaciones de esta medida, es solo que me niego a caer en fatalismos. Seguiré hablando, escribiendo y enseñando español.

Anónimo dijo...

"A la tierra que fueres, haz lo que vieres", reza el dicho. Esto no significa olvidarnos de nuestras raíces, ante estas amenazas no hay que olvidar de dónde venimos.

Elvira Sanchez-Blake dijo...

No comprendo en qué forma USA puede "percibir su identidad en riesgo"