domingo, 19 de febrero de 2017


Redadas contra inmigrantes:
una nueva persecución al estilo Nazi?
Elvira Sánchez-Blake


A menos de un mes de iniciado el período Trump en los Estados Unidos, las redadas antiinmigrantes y las agresiones contra foráneos son la bandera de la nueva administración. Las nuevas directivas lanzadas por el nuevo Secretario de Seguridad Nacional así lo demuestran.  John F. Kelly, un ex marine y nacionalista acérrimo, ha iniciado una ofensiva para otorgar poder sin límites a las autoridades federales para detener, perseguir y  deportar inmigrantes considerados "ilegales" en este país. Estas medidas, junto con las restricciones de viaje de países árabes emitida por el Presidente desde el primer día de su mandato replica  las políticas de persecución y aniquilación de los judíos y miembros de otros grupos indeseables del régimen Nazi en Europa del siglo pasado. ¿Es esto lo que nos espera?


Cuando miramos una película de la era Nazi en la que se revelan las persecuciones inhumanas contra los judíos, los espectadores terminamos horrorizados. Estas películas están diseñadas para lograr ese efecto y han sido propaganda ideal para recordarle a las nuevas generaciones sobre los fatídicos impactos de los regímenes autoritarios. Sin embargo, perseguir a hispanos o a musulmanes no parece causar el mismo efecto.  Es algo que ya está ocurriendo. Lo vemos en las noticias de todos los días: en la prensa, en la televisión, en las redes sociales sin mucho impacto ni visibilidad. Pareciera existir un acuerdo tácito generalizado de que la limpieza étnica cuando se trata de grupos minoritarios oscuros (browns) como hispanos y musulmanes no se considera una aberración, sino una defensa de la cultura anglosajona y por ende del mito arraigado sobre la superioridad de la raza blanca.

Esta postura nativista y nacionalista está anclada en postulados como los expresados por Samuel Huntington, eminente profesor de  la Universidad de Harvard, quien en sus publicaciones, Clash of Civilizations, (“Choque de civilizaciones”)  y Who are We? The Challenges to America’s Nacional identity (“Quiénes somos?, Desafíos de la identidad nacional americana”) proclamaba los lineamientos de un discurso supremacista. La tesis central de Huntington es que  la migración latina está atentando contra la cultura anglosajona y Estados Unidos corre el riego así de  convertirse en dos pueblos, dos culturas y dos lenguas enfrentadas.

Huntington advierte sobre la necesidad de defender los valores que hacen a los americanos “americanos”. Sostiene que  los inmigrantes provenientes de países hispanos están poniendo en peligro la identidad y los valores estadounidenses que han hecho de este país una gran nación, Según él los tres componentes básicos que atentan contra la cultura americana son la raza, la lengua y la religión. Huntington pone de presente la forma en que otras grandes civilizaciones, como Grecia y Roma se desintegraron cuando la base de su identidad se vio amenazada por fuerzas externas consideradas barbáricas e ignorantes. Uno de los aspectos sobresalientes de sus planteamientos es la amenaza del oscurecimiento de la raza, lo cual conllevaría a la reducción de la superioridad intelectual de la población predominante blanca.

El problema no son los postulados expresados por Huntington y los intelectuales de esa talla, puesto que no muchos leen este tipo de libros, sino por los medios de comunicación y los políticos que encontraron asidero para justificar sus premisas y para manipular las tendencias supremacistas en su afán de hacerlas parecer como defensa de la soberanía nacional. Así los mitos que propagan la falacia de que los inmigrantes afectan la economía, usurpan los trabajos de los americanos, no pagan impuestos y además son criminales, violadores y drogadictos, tienen un efecto sorprendente y efectivo en la población. Más triste aún es escuchar de los propios hispanos asentados en Estados Unidos una justificación a estas políticas aceptando tácitamente que existe una superioridad de la cultura anglosajona.

 Las tesis expresadas por Huntington a finales de los años noventa y principios del nuevo milenio sirvieron de sustento para las políticas antimigratorias de las administraciones sucesivas de Bush y como pretexto para la construcción del famoso muro del 2006. Ahora, en la era Trump, las ofensivas contra los inmigrantes resurgen con nuevos ahíncos, apoyadas por un discurso de odio y de triunfalismo que basa sus premisas de “hacer una gran América otra vez” en la limpieza étnica y la purga de elementos extraños a esta nación.

Anoche vi una película sobre los Nazis que replicaba una vez más las imágenes ya conocidas: los judíos escondidos en buhardillas, los oficiales germanos apuntando con saña contra los infelices judíos; la inmisericordia de los ataques contra la población que trataba de huir despavorida; el terror, el horror, el pánico de los perseguidos. 

Esta mañana leí las primeras noticias del Washington Post y se me reveló la película actual: las redadas contra los hispanos; la gente buscando refugios; los consulados mexicanos atiborrados de gente pidiendo asilo y ayuda; otros escapando hacia Canadá. De otra parte se mencionan los anuncios de medidas que elevan el número de oficiales de fuerza antimigratoria, los planes de la construcción del infame muro y las palabras de John Kelly que declaran que “el número de inmigrantes en la frontera sur han creado una vulnerabilidad de la seguridad nacional de los Estados Unidos de América” para justificar las medidas drásticas antimigrantes de la administración Trump.

La historia se repite en ciclos concéntricos. Todo parece indicar que las persecuciones contra grupos étnicos indeseables ocurre cada cierto tiempo. Estados Unidos es famoso por sus campañas anti inmigrantes en distintos tiempos de su historia y estamos reviviendo una vez más esta campaña anti-hispanos, basada en un pretexto nacionalista que esconde una tremenda conciencia supremacista, nativista y xenofóbica que solo puede traer consecuencias nefastas como ya se vivió el siglo pasado.


Citas
[1] Huntington, Samuel. Who are we?: The Challenges to America’s Nacional identity. NY: Simon and Schuster, 2004.



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